Clima, geomorfología y ocupación humana. Introducción a un planteamiento metodológico.

 

Burillo, F. & Peña Monné, J.L., 1984. Clima, geomorfología y ocupación humana. Introducción a un planteamiento metodológico.  Actas lª  Jornadas de Metodología de Investigación Prehistórica. Soria  1981,  91-102.  

 

A lo largo del Pleistoceno se desarrollaron una serie de fluctuaciones climáticas, cuya evidencia se ha podido constatar por diferentes métodos, debido a los profundos contrastes que caracterizaron cada período climático y a su consecuente repercusión en el medio ambiente físico. Sin embargo, durante el Holoceno los cambios climáticos son de menor intensidad, si los comparamos con el periodo anterior; por ello su estudio planteará otra problemática, ya que los métodos que sirven para diferenciar las fluctuaciones pleistocénicas, no siempre evidencian con precisión estos cambios menores. Por contrapartida, la proximidad temporal del Holoceno hace que surjan otros métodos, cuya aplicación es difícil o imposible para el período anterior.

Entre los métodos utilizados para matizar los cambios climáticos holocénicos podemos encontrar: la palinología; la dendrocronología; el estudio varvas y avances glaciares; las variaciones del nivel marino y de zonas lacustres; los estudios sedimentológicos, es pecialmente en cuevas; la información de fuentes escritas, etc.

Los estudios realizados hasta la fecha no han dado todavía una solución definitoria de los momentos climáticos Holocenos, especialmente por el carácter local de los resultados y la carencia de datos sobre los factores que intervienen en cada uno de los citados momentos para poder correlacionar de forma extensiva sus características.

Las grandes fluctuaciones climáticas del Pleistoceno han conformado relieves claramente definidos que, por ser resultados directos de las relaciones clima-proceso, han podido utilizarse como método de reconocimiento de dichos cambios climáticos. Sin embargo, durante el Holoceno, dado que los cambios climáticos tienen una menor envergadura
y contraste, no cabe esperar que den como resultado formas de relieve características que nos permitan establecer una relación clara clima-proceso, excepto en determinadas condiciones. Por otra parte surgen mayores complicaciones para definir las causas de este proceso geomorfológico porque, en este período y especialmente a partir del eolítico, la acción humana sobre el medio se intensifica notablemente e incide como un factor más.

Esta dualidad de agentes, clima y hombre, desencadedenantes de los procesos geomorfológicos de Holoceno, plantean el problema para el inves tigador de dar resultados convergentes y similares en algunos de estos procesos y por lo tanto hacen difícil precisar su verdadera génesis. La mayoría de los autores que han tratado el tema han dado primacía a la acción antrópica sobre la climática, pero creemos que esta valoración es
fruto de haber centrado sus estudios sobre áreas en las que no existe una relación climaproceso que alcance resultados concluyentes. Esta problemática es la que nos ha guiado a profundizar en el tema buscando evidencias geomorfológicas que por su localización y condiciones ambientales permitieran matizar la real importancia del clima en estos proceso . Los resultados positivos obtenidos en este aspecto, nos obliga a plantearnos las repercusiones que ta nto el clima como los procesos geomorfológicos, sean causados o no por él, han podido tener en la ocupación humana del territorio durante el Holoceno.